lunes, agosto 14, 2006

Teatro Heredia. Joya arquitectónica de Santiago de Cuba

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Foto: René Camacho Albert

Único en el país diseñado y ejecutado después del triunfo de la Revolución en 1959; polivalente, atípico, porque sirve para variedades o convenciones; de propuestas muy versátiles pero ante todo, muy ligado a la cultura cubana y en especial a la santiaguera, el Teatro Heredia cumple 15 años.
En verdad, desde el 13 de agosto de 1991 la cultura de Cuba y de Santiago de Cuba, ciudad ubicada en la franja costera suroriental, ha estado ligada, indisolublemente, al nombre de la majestuosa instalación de la avenida de Las Américas, en el norte de esta urbe.
Desde la fecha señalada, no ha habido evento artístico o convención política, intelectual o científica de envergadura en esta ciudad, que no haya tenido como escenario propicio al “Heredia”.
La idea inicial sobre el teatro fue concebida en 1982, como parte de la Operación Heredia encabezada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, que tenía entre sus objetivos principales levantar construcciones de carácter civil, entre estas un teatro que satisficiera las necesidades crecientes de Santiago de Cuba y llenara el vacío dejado por la destrucción del “Aguilera” y el cierre del “Oriente”.
A finales de los años 60 del siglo pasado, un incendio destruyó al cine teatro Aguilera, en la calle del mismo nombre en Santiago de Cuba.
El “Aguilera”, con climatizador general, pantalla panorámica, un sistema de sonido estereofónico, gran espacio para el público, butacas muy cómodas, y diversas facilidades más en su interior, era quizás el mejor de su tipo fuera de La Habana.
Más adelante en el tiempo, el Cine Teatro Oriente, en la parte baja de la populosa Calle Enramadas, vía principal de esta ciudad, comenzó a presentar dificultades constructivas, hasta que fue cerrado y espera por una reparación capital.
Destruido el “Aguilera” y cerrado el “Oriente”, para una ciudad como Santiago de Cuba, con casi medio millón de habitantes y una vida cultural muy activa, se hacía imprescindible edificar un buen teatro.
Desde el mismo 23 de diciembre de 1986, la ciudad y sus hombres y mujeres se sumaron a la fase constructiva del “Heredia”, con el aporte (no remunerado) de decenas de miles de horas de trabajo voluntario, un movimiento iniciado por el Comandante Ernesto Che Guevara, en el que la población participa junto a los constructores, en la ejecución de grandes, medianas o pequeñas obras sociales.
Así, el 13 de agosto de 1991, la Ciudad Héroe de Cuba, la Muy Noble y Muy Leal Santiago de Cuba, recibe uno de los regalos más anhelados: el Teatro Heredia, de entre las mejores instalaciones de su tipo en América Latina y en Cuba, orgullo no solo para los santiagueros sino para todos los cubanos.
Tres lustros después el prestigio de la institución se ha consolidado de tal manera, que ningún artista cubano de la escena considera completado su currículo, si en este no aparece al menos una presentación en la joya arquitectónica de la Avenida de las Américas.
Más de 600 espectáculos y unas 1 000 funciones, la mayor parte de primerísimo nivel, además de numerosos eventos científicos, sociales, culturales y ferias, han tenido como escenario al “Heredia”, para deleite de alrededor de 1 500 000 asistentes de todas las edades.
Como institución cultural, el teatro ha fomentado proyectos en el Café Cantante, la Galería Armando Rodríguez, la Pista de Baile Pacho Alonso, el Ancón Literario dirigido por el poeta santiaguero Orpí Galí, al tiempo que ha servido a la formación de trabajadores, técnicos y especialistas del quehacer teatral santiaguero.
El nombre completo del teatro es José María Heredia y Heredia, el primer poeta romántico de América, nacido en Santiago de Cuba el 31 de diciembre de 1803, un bardo que fue también el primero que le cantó a los símbolos patrióticos de su tierra.