Harold Ortiz Fernández
Foto: Jorge Luis Guibert
Cortesía:
www.sierramaestra.cuSuperado únicamente por el béisbol como deporte nacional, no hay dudas de que el juego de Dominó es uno de los pasatiempos más difundidos por todo el archipiélago cubano, además de ser el juego de mesa por excelencia entre amigos y vecinos de la barriada.
Haciendo un poco de historia, hay muchos autores que remiten sus orígenes hace muchos siglos atrás, dándole mucha fuerza a la teoría latina de su surgimiento por el vocablo dominus, referido directamente al término Señor, o dueño de alguna propiedad sobre la cual se ejerce un determinado dominio.Superado únicamente por el béisbol como deporte nacional, no hay dudas de que el juego de Dominó es uno de los pasatiempos más difundidos por todo el archipiélago cubano, además de ser el juego de mesa por excelencia entre amigos y vecinos de la barriada.
Haciendo un poco de historia, hay muchos autores que remiten sus orígenes hace muchos siglos atrás, dándole mucha fuerza a la teoría latina de su surgimiento por el vocablo dominus, referido directamente al término Señor, o dueño de alguna propiedad sobre la cual se ejerce un determinado dominio.
Hay otros autores que un poco escépticos con este virtual origen, aseveran que este juego formaba parte de la vida en algunos conventos de Europa y se sustentaba en una frase que era dicha cuando un jugador ganaba la partida y exclamaba "Benedicamus domino, o lo que es lo mismo Bendecimos al señor; dejando a otros historiadores la teoría de que el termino dominó alude a la propia vestimenta de los mondes porque las piezas estaban revestidas de negro, como la indumentarias de los servidores de Dios en la tierra.
Teorías y teóricos sobre el surgimiento de este juego sostienen también que su origen proviene del Tarot, y que se utilizaba como un elemento adivinatorio.
Hay quien afirmó que había nacido en China, como todos los juegos de fichas, y que su origen se ubicaba en algún momento cercano al año 1120 antes de nuestra era (a.n.e), siendo el punto de coincidencia más exacto cuando en 1922 Howard Carter y George Herbert descubre en la tumba de Tutankamon, quien fue rey de Egipto en 1325 un juego de dominó.
Sea cual fuera su origen la realizad es que el jueguito llega a la mayor de las antillas traído por los españoles y es asimilado por los cubanos por una de las razones que tiene el juego para gustar: carácter de alegría, fiesta y espectáculo que lo caracteriza.
El fenómeno cubano
En el dominó en Cuba sucede un fenómeno que todavía no es explicado ni por el más brillante psicólogo. Es un juego donde se comparten las fichas de la mesa entre parejas (cualquier versión la occidental o la oriental, que es la más difundida), en medio de personas que pueden estar bebiendo ron, opinando a gritos o bajo un descomunal silencio y lo más curioso y digno de destacar es que el que pierde, su derrota es comentada ruidosamente, pero su efecto se disuelve y olvida con tal rapidez que evita el disgusto o la posible confrontación del desafortunado perdedor.
Las mesas de dominó están difundidas por todo el archipiélago cubano. El juego aparece en todos los barrios de Cuba, a nivel de cuadra en los Comités de Defensa de la Revolución o bateyes teniendo como principal factor que a su alrededor siempre hay un número de aficionados y jugadores que discuten apasionadamente y las malas y buenas jugadas, que según ellos se presentan en la mesa del juego.
Existen dos tipos de dominó. Uno el de doble seis que se juega en la parte oriental de Cuba desde la provincia de Las Tunas hasta Guantánamo y la occidental desde Camagüey hasta Pinar de Río, dividiendo el país en dos maneras de jugar el antiguo pasatiempo.
En Cuba se juega de dos formas. La primera hasta el doble nueve con 55 fichas y hasta el doble seis con 28 piezas, que es el conocido como dominó clásico o antiguo.
Esta última modalidad es la más practicada en el mundo por el alto nivel de cálculos que tiene, lo que hace que se le considere la forma más difícil.
A diferencia de la variante del doble nueve, en la del doble seis todas las fichas juegan, siendo así más científico ya que cuando participan todas las piezas, para ganar la data como también se conoce la partida se vuelve necesario sacar bien las cuentas para conocer la cantidad de tantos que tiene el contrario y poder cerrar el juego al final de la partida.
Esta modalidad, se juega en partidos de hasta 200 tantos y la salida se rota a partir de la primera jugada que realiza el jugador que tenga el doble seis, que es con la ficha que comienza el juego.
El fin del partido es cuando un jugador pone su ultima ficha ya sea por un cierre y se procede a contar los tanto. El tranque o el cierre no es más que el momento en que se coloca, por las dos cabezas o puertas de del dominó, una ficha de la cual no quedan más en manos de los jugadores.
Cosas curiosasComo todo juego tiene cosas curiosas, por ejemplo que la data de mayor cantidad de tantos es 69 en la mano de un jugador, que la data de menor cantidad de tantos es de 15 y que el cierre más pequeño es el de 6 tantos. Otro dato curioso es que la dominada de menor cantidad de tantos es de 3 y la de mayor cantidad de tantos es 129 en la mano de un jugador.
Tal vez cuando usted lea este trabajo en cualquier parte del mundo se pregunte por qué la afirmación del título de que en Cuba se juega el mejor dominó del mundo. No se asuste. Lo que sí puedo asegurarle es que posiblemente en el único lugar de este planeta donde este juego sume tantos amigos y conocidos sin que medie ningún interés solo el de jugar es en nuestro país.
El juego organizado contribuye de manera efectiva a las buenas relaciones entre vecinos amigos y es un espacio para refrescar como decimos los cubanos.
Así que si usted no sabe jugar y quiere entretenerse en algo sano, aprenda a jugar domino a lo cubano y verá los resultados, de seguro la parará bien.Artículos consultados 1-Dominó: Juego y Ciencia, Mario Llorente Leyva2-El vuelo del gato, Abel Prieto3-Jugadores de varias de las sociedades de Santiago de Cuba
Hay otros autores que un poco escépticos con este virtual origen, aseveran que este juego formaba parte de la vida en algunos conventos de Europa y se sustentaba en una frase que era dicha cuando un jugador ganaba la partida y exclamaba "Benedicamus domino, o lo que es lo mismo Bendecimos al señor; dejando a otros historiadores la teoría de que el termino dominó alude a la propia vestimenta de los mondes porque las piezas estaban revestidas de negro, como la indumentarias de los servidores de Dios en la tierra.
Teorías y teóricos sobre el surgimiento de este juego sostienen también que su origen proviene del Tarot, y que se utilizaba como un elemento adivinatorio.
Hay quien afirmó que había nacido en China, como todos los juegos de fichas, y que su origen se ubicaba en algún momento cercano al año 1120 antes de nuestra era (a.n.e), siendo el punto de coincidencia más exacto cuando en 1922 Howard Carter y George Herbert descubre en la tumba de Tutankamon, quien fue rey de Egipto en 1325 un juego de dominó.
Sea cual fuera su origen la realizad es que el jueguito llega a la mayor de las antillas traído por los españoles y es asimilado por los cubanos por una de las razones que tiene el juego para gustar: carácter de alegría, fiesta y espectáculo que lo caracteriza.
El fenómeno cubano
En el dominó en Cuba sucede un fenómeno que todavía no es explicado ni por el más brillante psicólogo. Es un juego donde se comparten las fichas de la mesa entre parejas (cualquier versión la occidental o la oriental, que es la más difundida), en medio de personas que pueden estar bebiendo ron, opinando a gritos o bajo un descomunal silencio y lo más curioso y digno de destacar es que el que pierde, su derrota es comentada ruidosamente, pero su efecto se disuelve y olvida con tal rapidez que evita el disgusto o la posible confrontación del desafortunado perdedor.
Las mesas de dominó están difundidas por todo el archipiélago cubano. El juego aparece en todos los barrios de Cuba, a nivel de cuadra en los Comités de Defensa de la Revolución o bateyes teniendo como principal factor que a su alrededor siempre hay un número de aficionados y jugadores que discuten apasionadamente y las malas y buenas jugadas, que según ellos se presentan en la mesa del juego.
Existen dos tipos de dominó. Uno el de doble seis que se juega en la parte oriental de Cuba desde la provincia de Las Tunas hasta Guantánamo y la occidental desde Camagüey hasta Pinar de Río, dividiendo el país en dos maneras de jugar el antiguo pasatiempo.
En Cuba se juega de dos formas. La primera hasta el doble nueve con 55 fichas y hasta el doble seis con 28 piezas, que es el conocido como dominó clásico o antiguo.
Esta última modalidad es la más practicada en el mundo por el alto nivel de cálculos que tiene, lo que hace que se le considere la forma más difícil.
A diferencia de la variante del doble nueve, en la del doble seis todas las fichas juegan, siendo así más científico ya que cuando participan todas las piezas, para ganar la data como también se conoce la partida se vuelve necesario sacar bien las cuentas para conocer la cantidad de tantos que tiene el contrario y poder cerrar el juego al final de la partida.
Esta modalidad, se juega en partidos de hasta 200 tantos y la salida se rota a partir de la primera jugada que realiza el jugador que tenga el doble seis, que es con la ficha que comienza el juego.
El fin del partido es cuando un jugador pone su ultima ficha ya sea por un cierre y se procede a contar los tanto. El tranque o el cierre no es más que el momento en que se coloca, por las dos cabezas o puertas de del dominó, una ficha de la cual no quedan más en manos de los jugadores.
Cosas curiosas
Como todo juego tiene cosas curiosas, por ejemplo que la data de mayor cantidad de tantos es 69 en la mano de un jugador, que la data de menor cantidad de tantos es de 15 y que el cierre más pequeño es el de 6 tantos. Otro dato curioso es que la dominada de menor cantidad de tantos es de 3 y la de mayor cantidad de tantos es 129 en la mano de un jugador.
Tal vez cuando usted lea este trabajo en cualquier parte del mundo se pregunte por qué la afirmación del título de que en Cuba se juega el mejor dominó del mundo. No se asuste. Lo que sí puedo asegurarle es que posiblemente en el único lugar de este planeta donde este juego sume tantos amigos y conocidos sin que medie ningún interés solo el de jugar es en nuestro país.
El juego organizado contribuye de manera efectiva a las buenas relaciones entre vecinos amigos y es un espacio para refrescar como decimos los cubanos.
Así que si usted no sabe jugar y quiere entretenerse en algo sano, aprenda a jugar dominó a lo cubano o lo oriental y verá los resultados, de seguro la parará bien.
Artículos consultados:
1-Dominó: Juego y Ciencia, Mario Llorente Leyva
2-El vuelo del gato, Abel Prieto
3-Jugadores de varias de las sociedades de Santiago de Cuba